Práctica: Identificación de rocas.

Descripción

Uso de claves dicotómicas para la identificación de ejemplares naturales, en este caso rocas. Este recurso pretende facilitar la tarea de enseñar, evaluar y calificar estos estándares. Relacionado con los estándares de aprendizaje evaluables para el alumnado de 1º de ESO, 4º de ESO y materias de Bachillerato.

Introducción

La identificación de rocas mediante claves dicotómicas es una tarea manipulativa muy apropiada para el alumnado de los distintos niveles, adaptada según la edad, y que suele tener gran aceptación e implicación del mismo. Se pueden usar las rocas de las colecciones típicas presentes en los centros, complementadas con ejemplares que traigan los propios estudiantes de sus zonas de residencia, para hacer hincapié en aspectos locales y cercanos al alumnado.

Uno de los aspectos más motivadores es aprovechar la actividad para reflexionar sobre el origen de la roca (marino, terrestre, lacustre, etc), es decir, sobre «la extraordinaria historia que nos cuenta la roca». Encontrarla en el campo durante un paseo, o bajo nuestras casas, nos permite viajar al pasado y ver cómo era la zona hace millones de años. Hacer la performance de ponerse la roca en la oreja y establecer una convesación con ella les suele llamar la atención, a la vez que despertar unas risas…

Por último, es muy interesante resaltar el aspecto dinámico y cómo unas rocas se van transformando y dando lugar a otras por cambios de presión y temperatura en diferentes ambientes. El tiempo geológico (con un reloj que funciona en millones de años) también es algo que hay que aprovechar para trabajar.

Procedimiento

  • Se distribuye al alumnado en grupos y se les da a cada uno de los alumnos/as una ficha individual de trabajo. Se explica brevemente en la pizarra con ayuda de un esquema el origen de las distintas rocas y sus nombres correctamente escritos. Es interesante fijar la atención copiando ese esquema en sus fichas.
  • Se entrega a cada grupo una bandeja con ejemplares de rocas. Hay varias opciones. Si se tienen rocas suficientes, lo más común es entregar una bandeja con todos los diferentes ejemplares a identificar cada grupo. Otra opción que les gusta mucho, sobre todo a lo más pequeños, es situar 6 bandejas diferentes pero con varios ejemplares de una misma roca y que el alumnado vaya rotando por los distintos puestos, utilizando para el cambio de puesto una señal sonora (una campana, por ejemplo), que suela cada 5 o 7 minutos.
  • Al final de la clase se dedica un tiempo no superior a 10 minutos a corregir y comprobar las identificaciones, y sobre todo a reflexionar sobre la historia que cuenta cada roca (su origen), la roca a la que podría dar según ciertos cambios de presión y/o temperatura, u otras curiosidades como usos y demás.

Temporalización

Lo ideal es no mezclar los tipos de rocas y dedicar una sesión a cada uno de los distintos tipos (sedimentarias, metamórficas e ígneas). En caso de poder dedicar solo 2 sesiones, es recomendable trabajar juntas las rocas sedimentarias y las metamórficas, ya que las segundas pueden relacionarse fácilmente con las sedimentarias de las que provienen.

Una actividad extra final derivada, que suele ser muy interesante, consiste en realizar el ciclo de las rocas entre toda la clase con todas las rocas estudiadas y poniendo flechas y nombres en cartulina, haciendo el ciclo en el suelo de una clase o el laboratorio. Suele ser un éxito de actividad colaborativa.

Evaluación

Con una rúbrica adecuada, el propio alumnado puede realizar su propia autoevaluación o coevaluación entre iguales, aunque lo más común es realizar la evaluación en gran grupo, haciendo el profesor/a hincapié en el origen o historia que nos cuenta la roca.

Anexos

Autor: Rafael Crespillo Martín

Twitter: @rafa_crespillo

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